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Cortesía de Norda la Kéndera

martes, 19 de enero de 2010

Capítulo 30: El punto de vista del narrador (1/2)


Aquí tienes el capítulo 30 de 35 del curso "Curso de escritura creativa".

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Enlace:

http://www.mailxmail.com/curso-escritura-creativa/punto-vista-narrador-1-2

Texto:

El punto de vista es el ángulo de visión que adopta el narrador para contarnos la historia. Por eso se habla también de focalización: el punto óptico del narrador se convierte en un foco que alumbra a los personajes y sus acciones.

Los tipos de narradores más importantes son los siguientes:

1.Narrador protagonista: el protagonista nos cuenta con sus propias palabras lo que siente, piensa, hace u observa. La acción del relato es la historia de ese personaje y todos los demás existen a través de él. Si el narrador se limita a contar aquello que ve y hace, la narración será externa y objetiva. Si además emite sus pensamientos, sentimientos y elucubraciones, la narración será interna y subjetiva.

A veces se da la situación de que el protagonista no llega a comprender lo que le pasa, mientras que el lector goza del privilegio de entender aquello para lo que el protagonista está ciego. Otras veces el personaje habla consigo mismo y la narración se convierte en un monólogo interior, lo que entrega el relato a vaivenes de la mente, desórdenes de pensamiento, espantos e ilusiones. James Joyce en su famoso Ulises lleva esta técnica hasta el extremo. El ejemplo por antonomasia de narrador protagonista sería el de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.

2.Narrador testigo: en este caso el narrador queda en los márgenes del relato, es decir, no es el protagonista sino un personaje secundario que nos cuenta las andanzas del primero. Puede ser un viejo amigo, un pariente, un vecino o un simple transeúnte. Un caso claro de narrador testigo es el Doctor Watson, que nos refiere las aventuras de Sherlock Holmes, un personaje con más peso en la narración que él. También la mayoría de la novela negra americana ha sido narrada utilizando este narrador testigo, que no es sino el detective (Philip Marlowe en las novelas de Raymond Chandler, Sam Spade en las de Dashiell Hammet, etc.) que comienza a investigar una trama y que no sabe más que el lector acerca de ella. De esta forma se sostiene la tensión narrativa, pues el lector va descubriendo e intrigándose con las mismas cosas que el detective.

Esta forma de narrar no da acceso a la vida interior del protagonista más que de una forma limitada. El narrador testigo no puede referirnos lo que piensan o sienten los personajes sino a través de sus gestos.

En la próxima lección continuaremos hablando sobre los diferentes tipos de narradores.

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