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Cortesía de Norda la Kéndera

domingo, 22 de enero de 2012

Sobre la ciencia ficción - Phillip K. Dick

Fuente:

http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/cf.htm

Información:


Sobre la ciencia ficción
 

Phillip K. Dick



En primer lugar, definiré lo que es la ciencia ficción diciendo lo que no es. No puede ser definida como "un relato, novela o drama ambientado en el futuro", desde el momento en que existe algo como la aventura espacial, que está ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción; se trata simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se desarrollan en un futuro de tecnología superavanzada. ¿Y por qué no es ciencia ficción? Lo es en apariencia, Y Doris Lessing, por ejemplo, así lo admite. Sin embargo la aventura espacial carece de la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. Por otra parte, también puede haber ciencia ficción ambientada en el presente: los relatos o novelas de mundos alterno. De modo que si separamos la ciencia ficción del futuro y de la tecnología altamente avanzada, ¿a qué podemos llamar ciencia ficción?

Tenemos un mundo ficticio; éste es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real; es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante... Ésta es la esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actual como un mazazo en la mente del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a su mundo real.

Ahora tratemos de separar la fantasía de la ciencia ficción. Es imposible, y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted Sturgeon plasma en su maravilloso Más que humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los mutantes, como los brujos y los ladrones, son criaturas imaginarias, leerá una novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible; la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias. Esto es, en esencia, un juicio arriesgado, puesto que no es posible saber objetivamente lo que es posible y lo que no lo es, creencias subjetivas por parte del autor y del lector.

Ahora definiremos lo que es la buena ciencia ficción. La desfiguración conceptual (la idea nueva, en otras palabras) debe ser auténticamente nueva, o una nueva variación sobre otra anterior, y ha de estimular el intelecto de lector; tiene que invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado. "Buena ciencia ficción" es un término apreciativo, no algo objetivo, aunque pienso objetivamente que existe algo como la buena ciencia ficción.

Creo que el doctor Willis McNelly, de la Universidad del estado de California, en Fullerton, acertó plenamente cuando afirmó que el verdadero protagonista de un relato o de una novela es una idea y no una persona. Si la ciencia ficción es buena, la idea es nueva, es estimulante y, tal vez lo más importante, desencadena una reacción en cadena de ideas-ramificaciones en la mente del lector, podríamos decir que libera la mente de éste hasta el punto que empieza a crear, como la del autor. La ciencia ficción es creativa e inspira creatividad, lo que no sucede, por lo común, en la narrativa general. Los que leemos ciencia ficción (ahora hablo como lector, no como escritor) lo hacemos porque nos gusta experimentar esta reacción en cadena de ideas que provoca en nuestras mentes algo que leemos, algo que comporta una nueva idea; por tanto, la mejor ciencia ficción tiende en último extremo a convertirse en una colaboración entre autor y lector en la que ambos crean... y disfrutan haciéndolo: el placer es el esencial y definitivo ingrediente de la ciencia ficción, al placer de descubrir la novedad.

FIN



MI DEFINICIÓN DE LA CIENCIA FICCIÓN, POR PHILIP K. DICK

Fuente:

http://www.revistacuasar.com.ar/modules.php?name=News&file=print&sid=95

Información:





MI DEFINICIÓN DE LA CIENCIA FICCIÓN, POR PHILIP K. DICK
Fecha Jueves, 18 marzo a las 20:11:50
Tema Artículos


Philip K. Dick es un autor recurrente en esta web. Su pensamiento puede ser discutido o aplaudido, pero siempre es estimulante. Aunque la crítica proveniente de la literatura general trató (y trata) de escindirlo de la ciencia ficción, Dick siempre se consideró un autor de género y repetidamente meditó sobre el mismo. Este breve texto expone sus pensamientos sobre las características de la ?buena? ciencia ficción y sus diferencias con la fantasía.



MI DEFINICIÓN DE LA CIENCIA FICCIÓN, por Philip K. Dick


Definiré ciencia ficción, primero, diciendo qué no es ciencia ficción. No puede ser definida como ?una historia (o novela u obra teatral) ambientada en el futuro?, dado que existe algo como la aventura espacial, que está ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción. Es justamente eso: aventuras, peleas y guerras en el futuro en el espacio incluyendo tecnología superavanzada. ¿Por qué, entonces, no es ciencia ficción? Parecería serlo, y Doris Lessing, por ejemplo, así lo cree. Sin embargo, la aventura espacial carece del elemento distintivo: una idea nueva, ingrediente esencial de la ciencia ficción. Además, puede haber ciencia ficción ambientada en el presente: la novela o cuento de mundos alternativos. Así que si separamos a la ciencia ficción del futuro y también de la tecnología ultraavanzada, entonces ¿qué nos queda que pueda ser llamado ciencia ficción? Tenemos un mundo ficticio; ése es el primer paso: es una sociedad que en realidad no existe, pero está basada en nuestra sociedad... esto significa que nuestra sociedad actúa como un punto de partida para ella; la sociedad se aparta de la nuestra de algún modo, tal vez en forma ortogonal, como en la historia de mundo alternativo. Es nuestro mundo dislocado por algún tipo de esfuerzo mental de parte del autor, nuestro mundo transformado en aquello que no es o no es todavía. Este mundo debe diferir del dado en al menos un punto, y este punto debe ser suficiente como para permitir que se den hechos que no podrían suceder en nuestra sociedad... o en ninguna sociedad conocida, pasada o presente. Debe haber una idea coherente envuelta en esta dislocación; esto significa que la dislocación debe ser conceptual, no meramente trivial o extraña. Esta es la esencia de la ciencia ficción, la dislocación conceptual dentro de la sociedad para que se genere en la mente del escritor una nueva sociedad, que transferirá al papel, y del papel pasará como una conmoción convulsiva a la mente del lector, la conmoción de la imposibilidad de reconocimiento. Sabe que no está leyendo sobre su mundo.


Ahora, es imposible separar a la ciencia ficción de la fantasía. Y un rápido pensamiento no mostrará el porqué. Tómese la psiónica; tómese a los mutantes como los que encontramos en el maravilloso Más que humano de Ted Sturgeon. Si, de todos modos, cree que los mutantes no son, como los hechiceros y los dragones, posibles, ni lo serán jamás, entonces está leyendo una novela de fantasía. La fantasía implica lo que la opinión general considera como imposible; la ciencia ficción implica lo que la opinión general considera posible en las circunstancias apropiadas. Esto está, en esencia, reclamando un juicio, dado que lo que es posible y lo que no lo es (ni puede serlo) implica una creencia subjetiva de parte del lector.


Ahora definamos qué es buena ciencia ficción. La dislocación conceptual ?la idea nueva, en otras palabras? debe ser auténticamente nueva (o una nueva variación de una vieja) y debe ser intelectualmente estimulante para el lector; debe invadir su mente y despertarlo a la posibilidad de algo en lo que no había pensado. Así, ?buena ciencia ficción? es una expresión de valoración, no algo objetivo, y sin embargo, creo que hay algo que, objetivamente, se puede llamar buena ciencia ficción.

Pienso que el Dr. Willis McNelly, en la California State University en Fullerton, lo dijo mejor cuando señaló que el verdadero protagonista de una historia de ciencia ficción es una idea y no una persona. Si es buena ciencia ficción, la idea es nueva, es estimulante y, probablemente lo más importante de todo, libera una reacción en cadena de ideas ramificadas en la mente del lector; por decirlo así, abre la mente del lector para que ésta, como la del autor, comience a crear. De esa manera, la ciencia ficción es creativa e inspira creatividad, algo que la ficción general no hace. Los que leemos ciencia ficción (y ahora estoy hablando como lector, no como escritor) la leemos porque amamos la experiencia de esta reacción en cadena de ideas que son liberadas en nuestra mente por algo que leemos, algo con una idea nueva; de ahí que la mejor ciencia ficción finalmente termine siendo una colaboración entre el autor y el lector, en la cual ambos crean y disfrutan haciéndolo: la alegría es el ingrediente final y esencial de la ciencia ficción, la alegría de descubrir lo nuevo.

Tit. orig: My definition of science fiction (1981)

Traducido por Jaime Trillo

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