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Cortesía de Norda la Kéndera

martes, 19 de febrero de 2013

El arte de escribir. Clase magistral. - Los Manuscritos del Caos

Todo el crédito a su autor y publicador. Yo lo reproduzco por su valor educativo.

Fuente:

http://losmanuscritosdelcaos.blogspot.com.es/2009/03/el-arte-de-escribir-clase-magistral.html

Texto:


Empezamos la semana con una clase magistral. Espero vuestros comentarios a las palabras de André Maurois, seudónimo de Emile Herzog, novelista y ensayista francés (1885-1967)



El arte de escribir, por André Maurois.


Usted desea aprender a escribir. Tiene razón. De nada sirve tener las ideas justas si uno no sabe expresarlas debidamente. Ni las palabras, ni la elocuencia misma, son suficientes, porque las palabras se desvanecen. Un escrito perdura: aquellos a quienes va dirigido pueden volver a leerlo, meditarlo. Queda para ellos como una imagen del autor. Una relación bien readaptada, bien escrita, está en la base de más de una gran carrera.

Para escribir bien hay que poseer cultura. No es necesario estar al corriente de la literatura más moderna. Es mejor el conocimiento de los grandes clásicos, que suministra citas y ejemplos, introduce a una asociación secreta y poderosa, esta misteriosa francmasonería de los hombres cultivados que uno encuentra tan frecuentemente entre los médicos, los ingenieros y los escritores. Sobre todo, la cultura nos da vocabulario. Uno no escribe con los sentimientos, sino con las palabras. Usted debe conocer suficientes de ellas y haber penetrado su sentido exacto. De lo contrario las empleará inadecuadamente, el lector no le comprenderá.

La Academia Francesa pasa una sesión entera definiendo tres o cuatro palabras. Esto no es jamás tiempo perdido. Por falta de un lenguaje preciso, todo un pueblo puede ser lanzado en prosecución de objetivos vagos que no merecen ser perseguidos. Por lo tanto, busque en los diccionarios –y sobre todo en el Littré– que darán ejemplos preciosos. Cada vez que usted ignore el sentido de una palabra, búsquelo. Lea los grandes autores. Vea cómo, con las palabras que usa todo el mundo, él sabe crear un estilo. ¿Cuáles autores? Moliere, el cardenal de Retz, Saint Simón, Voltaire, Diderot, Chateaubriand, Hogu. Ensaye a descubrir el secreto de cada uno de ellos y las fuentes de su maestría.

No ensaye tener usted mismo un estilo. Ya vendrá solo si usted se forma a la vez un rico vocabulario y fuertes pensamientos. Aquello que uno concibe bien se enuncia claramente.

Guárdese de lo rebuscado y pedante. Nada echa a perder más un estilo que la vanidad. Diga simplemente lo que tenga que decir.
Valery ha dado este consejo: «De dos palabras, hay que escoger la menor». Es decir, la menos ambiciosa, la menos ruidosa, la más modesta. Prefiera siempre la palabra concreta que designa los objetos, los seres, a la palabra abstracta. «Los hombres», viene mejor que «la humanidad, «tal hombre«, es mejor que «los hombres». Las palabras abstractas son útiles, aun necesarias, pero pronto hacen que el lector vuelva a lo concreto. Con las palabras abstractas uno puede probarlo todo, pero no realizar nada.

Prefiera siempre el sustantivo y el verbo al adjetivo. Más tarde aprenderá a manejar éste como lo han hecho Chateaubriad y Proust, pero es difícil.

El filósofo Alain, que fue un gran profesor, dio este consejo: «Reducir los preparativos al mínimo. Es decir, no os preguntéis por largas horas ¿Como comenzar?, sino comenzad. La primera frase sugerirá la siguiente. Los pensamientos se desarrollarán uno tras otro. Si queréis una trama, no avanzaréis jamás. Si esperáis inspiración, esperaréis en vano. La inspiración nace del trabajo».

Stendhal decía que él tenía que escribir cada mañana, «genio o no genio» y el antiguo autor Plinio expresó «Nulla dies sine linea» (Ni un día sin líneas).
Si uno no se propone sentarse cada día a su escritorio, no para soñar, sino para trabajar, si uno se permite pensar: «esta mañana no me siento bien, estoy indispuesto, en la mañana los trabajos son difíciles», entonces está perdido. Al día siguiente hallará una nueva excusa y la vida pasará entre la haraganería y el fracaso.

¿Podremos dominar las dificultades de lenguaje y estilo, descubrir la frase por una palabra familiar? Sí, porque se habrán adquirido a la vez el gusto y la autoridad necesarios.

Los grandes escritores tienen sus vulgaridades intencionales, los grandes embajadores escriben sus informes humorísticamente y brutalmente concretos. Hay que tratar de imitarlos, de obtener su experiencia y su talento.
No hay que atraer la atención, sino por la precisión vigorosa de las fórmulas, por el ajuste perfecto de las frases a las ideas, por una brevedad compacta y plena. En fin, hay que guardarse, mientras no se sea un maestro, de las frases largas.
Bossuet las usa, pero él era Bossuet. Cuando el señor Caillaux era presidente del Consejo, le dijo a su jefe de gabinete, cuyo estilo le parecía ampuloso: «Escúcheme, una frase francesa se compone de un sujeto, un verbo y un complemente directo, eso es todo. Y cuando necesite un complemento indirecto, venga a buscarme».

Usó así una exageración graciosa y oportuna. Pero, en el fondo, era verdad.

El Arte de escribir de Andre Maurois, de la Academia Francesa, publicado en el diario Clarín el 21.05.64





Fuente: Hilda Lucci, correctora.
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Ver comentarios

  1. ¡André Maurois y su 'Historia de Francia y de los franceses'! El escribe tal y como lo cuenta en este artículo, claro y magnífico. Una delicia leerle, y muy útil aprender de él.

    Un beso,
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  2. Estoy de acuerdo con este hombre, lo que no creo es que lo estén las editoriales y as grandes celebridades de la cultura.
    Pienso que lo mejor es la sencillez pero no todo el mundo está de acuerdo.
    Muy bueno el artículo, gracias por mostrárnoslo.
    Besos!!
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  3. Cuánta verdad destila este artículo!, creo que todo escritor debiera leerlo. La simplicidad en la escritura es más difícil de lo que parece. Pongo un ejemplo: Un traje bien cortado luce mejor que uno con demasiados adornos. Los adornos pretenden cubrir los defectos.

    Besos,
    Blanca
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  4. Pues no sé, no sé. Teorizar desde un podio sobre lo que está bien o está mal al escribir, me parece más bien exponer los gustos, ideas y prejuicios de uno mismo. Si todo el mundo siguiera esa especie de reglas fijas gramaticales y adoración de los modelos clásicos que predica Maurois, no existiría el rupturismo, el riesgo, la personalidad intransferible de cada autor. Vamos, que lo primero que me ha venido a la cabeza es esa escena de El club de los poetas muertos, en la que leen en clase cómo medir la perfección de la poesía, según el libro de texto, y el profesor lo califica de basura y pide a los alumnos que arranquen la página.

    (http://www.youtube.com/watch?v=_D-mtCdYgsA).

    Evidentemente, a lo mejor el que está equivocado soy yo.
    Un saludo.
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  5. Estoy de acuerdo con Mannelig.
    Está muy bien teorizar sobre las reglas de la escritura desde los convencionalismos clasicos, pero un escritor es aquel que es capaz de comunicar lo que piensa o siente sin demasiados rizos literarios.
    No propongo la literatura simplista y despegada de unas ciertas normas, pero después de todo estas están para romperlas con la lanza de la personalidad propia.
    PAZ
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  6. Que buen hallazgo esta publicación. Me pareció muy enriquecedora y coincido en todo lo expuesto por André Maurois.

    Te dejo un beso grande.:-)
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  7. Realmente, una clase magistral a tener muy presente.
    ¡Y qué dificil parece escribir con sencillez!
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  8. De acuerdo en todo. Pero prefiero la escritura cercana, sencilla.Pero no vulgar,claro.

    Maravillosos escritos acaban haciéndose muy pesados por culpa de querer ser muy erudito. Las palabras son para comunicarse, hagámoslo fácil.

    Martikka qué grande eres.
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  9. En esta ocasión las opiniones parecen ir por dos derroteros: ceñirse a cánones o no hacerlo. Pienso que los grandes escritores que nos precedieron siempre tienen algo interesante que contar, y que sus técnicas y experiencia han de recordarnos que estamos cultivando algo que es un arte, y en él siempre hay maestros. Del alumno depende seguir la brecha abierta o abrir nuevas. A veces se sigue éste último camino pero se vuelve al inicio.
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  10. Ciertamente coincido con el artículo.
    Escribir sencillo no es nada sencillo. Que el lector entienda exactamente lo que el escritor quierde decir es complejo, pero debe ser la meta.
    A mi modesto entender, claro.
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  11. Estoy de acuerdo con las opiniones de Blanca Miosi. Todos llevamos incorporados los términos que usualmente usamos familiarmente o en nuestra relación linguística. Y a veces usamos términos que, por no cunsultarlos, nos sorprende cuando quien conoce del tema lo corrige haciendonos ver que su significado no era el que le dábamos. Y aunque llevemos mucho tiempo escribiendo siempre es necesario tener el diccionario a mano par no cometer errores garrafales.
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  12. Excelente información. Es cierto que el escritor debe ser un gran lector. Respecto a la cultura es una gran batalla en la época que vivimos, vengo de otra generación en la que la cultura era un bien preciado, hoy lo preciado es la ostentación material, "el tener" no el "el Ser". bueno,seguiremos leyendo y escribiendo. Gracias poir hacernos conocer estas reflexiones de semejante intelectual.