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Cortesía de Norda la Kéndera

martes, 23 de febrero de 2010

Capítulo 9: La resolución de la obra


Aquí tienes el capítulo 9 de 10 del curso "Curso Cómo escribir un libro".

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Enlace:

http://www.mailxmail.com/curso-como-escribir-libro/resolucion-obra

Texto:

Clave # 9

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LA RESOLUCIÓN DE LA OBRA

A lo largo de las ocho claves anteriores nos hemos preocupado por el origen, el desarrollo y las características de nuestra historia y sus personajes.

Cuando se aproxima el final de la trama, debemos darle una conclusión.

Hemos tratado las características las características del cuento, que a fin de cuentas y para nuestros intereses, es igual que una novela; su única diferencia es la extensión, y nos referimos a los pasos de presentación, nudo y desenlace.

Hay varias formas de llegar al desenlace de una historia, según nuestras preferencias. Puede haber un final feliz, donde los protagonistas alcanzan las metas deseadas y quedan todos muy contentos; siendo una historia sentimental, la pareja de enamorados será muy feliz y se terminaría prácticamente como el clásico final de cuento "se casaron y vivieron felices". Aunque hay otras formas de ser felices sin necesidad de casarse, de acuerdo con las necesidades de nuestro argumento.

También puede darse el caso de que el desenlace no contenga los elementos de felicidad que el lector desea. El autor, con los hilos de la trama en la mano, podría manejar entonces un final trágico donde los protagonistas no logran la felicidad anhelada.

Otra forma como puede llegarse al clímax de la obra es donde campee la justicia y todo mundo quede en su lugar, aunque no necesariamente todos satisfechos. Y también puede presentarse un final que sea precisamente lo contrario, sin necesidad de llegar a la tragedia; la conclusión puede ser injusta para los protagonistas en algunos aspectos y puede aplicarse al proverbio " no hay mal que por bien no venga"

Asimismo, podemos rematar nuestra historia en cualquiera de las formas señaladas, pero además tratar de dejar un mensaje; es decir, como en el caso de las fábulas, mencionar la clásica moraleja del cuento, para que se tome como lección la historia que se acaba de leer; y entonces tendrá caracteres didácticos.

En consecuencia , para poder llegar al final que deseamos y se tome como apropiado, dadas las características de nuestros personajes, así como el ambiente donde se desenvuelven , es necesario considerar tres aspectos; la idea general básica de la obra: que tipo de narración pretendemos elaborar. El planteamiento del tema o argumento. Finalmente, el desenlace que se le quiere dar, conforme a los conceptos de genero literario que indicamos anteriormente.

Se propone entonces la elaboración de una sinopsis, un resumen de los puntos sobresalientes de nuestra historia, los cuales servirán de pauta para ir trazando la línea argumental. Ya conocido el tema y la evolución que sufrirá, será necesario pensar como se hará la narración de la obra, destacando lo básico, frente a lo que será meramente episódico: los hechos fundamentales ante los adicionales, que ayudaran a "vestirla" mejor. Aunque hay relatos que no contienen dialogo, sino únicamente narración, aun cuando sean escritos exclusivamente en primera persona.

Si deseamos manejar una terminación de nuestro relato de manera dramática, es en la acción, principalmente, donde debemos acentuar nuestra atención.

En el final trágico son los protagonistas quienes mueren, al estilo de Romeo y Julieta, por propia mano, ante la imposibilidad de su amor.

Ejercicio:

Escriba una sinopsis con las características que se señalan, máximo una cuartilla: personajes principales, situaciones, tema definido. Ensaye tres finales distintos: uno trágico, uno humorístico y uno con mensaje.

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