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Cortesía de Norda la Kéndera

domingo, 8 de noviembre de 2009

Cómo escribo

Fuente:

http://www.litterarius.com.es/como_escribo.htm

Información:

Cómo escribo

Italo Calvino (1923-1985)

Escribo a mano y hago muchas, muchas correcciones. Diría que tacho más de lo que escribo. Tengo que buscar cada palabra cuando hablo, y experimento la misma dificultad cuando escribo. Después hago una cantidad de adiciones, interpolaciones, con una caligrafía diminuta.

Me gustaría trabajar todos los días. Pero a la mañana invento todo tipo de excusas para no trabajar: tengo que salir, hacer alguna compra, comprar los periódicos. Por lo general, me las arreglo para desperdiciar la mañana, así que termino escribiendo de tarde. Soy un escritor diurno, pero como desperdicio la mañana, me he convertido en un escritor vespertino. Podría escribir de noche, pero cuando lo hago no duermo. Así que trato de evitarlo.

Siempre tengo una cantidad de proyectos. Tengo una lista de alrededor de veinte libros que me gustaría escribir, pero después llega el momento de decidir que voy a escribir ese libro.

Cuando escribo un libro que es pura invención, siento un anhelo de escribir de un modo que trate directamente la vida cotidiana, mis actividades e ideas. En ese momento, el libro que me gustaría escribir no es el que estoy escribiendo. Por otra parte, cuando estoy escribiendo algo muy autobiográfico, ligado a las particularidades de la vida cotidiana, mi deseo va en dirección opuesta. El libro se convierte en uno de invención, sin relación aparente conmigo mismo y, tal vez por esa misma razón, más sincero.

Seis consejos para el director de juego del nuevo milenio

Del veterano GM Italo Calvino nos llegan estos seis consejos para los nuevos directores de juego del siglo XXI.

1. Ligereza. Haz que tus juegos sean leves. Evita los manuales de reglas demasiado pesados, los mundos de campaña demasiado elaborados y usa la menor cantidad posible de suplementos.

En tus sesiones de juego, trata de que el ambiente también sea ligero. No uses acertijos irresolubles, ni pongas pruebas demasiado complejas. No uses la muerte de los personajes como único medio para retar a los jugadores. Divertirse en todos y cada uno de los juegos no es importante, es lo más importante.

2. Rapidez. Busca sistemas de reglas que hagan el combate rápido y furioso. Así mismo, evita las tiradas innecesarias junto con todo lo que detenga el juego. Corta las escenas cuando ya haya sucedido lo más importante. Empieza cada una de tus historias con un evento emocionante y termínalas de la misma forma.

Las campañas que duraban cinco años son cosas del pasado. En vez de pasar meses desarrollando la cultura de los pueblos en el borde del mapa, enfoca tu energía en hacer que la partida de esta semana sea inolvidable.

3. Exactitud. Si escoges un sistema de reglas, úsalo. Si cambias las reglas, asegúrate de que todos los jugadores lo sepan. No hagas trampa con las tiradas tras la pantalla. No sólo estarías faltando a la confianza de los jugadores, también quiere decir que las reglas que estás usando no son las mejores; ha llegado el momento de cambiarlas o buscarte otras.

Exactitud no es saber cuantos metros por turno avanza un minotauro. Es saber que, cuando el minotauro te alcance, el golpe te va a doler hasta el alma.

4. Visibilidad. Nunca digas “tu golpe conecta y el hechicero recibe cuatro puntos de herida”. Nunca. En serio. En vez de eso, di “el acero de tu espada atraviesa la fina túnica de seda de Damasco del hechicero y se inserta en su carne. El rostro del hechicero se transforma en una máscara de odio y dolor”.

Los periodistas dicen que una imagen vale más que mil palabras. En los juegos de rol la equivalencia es falsa. Ni el cuadro más elaborado ni la colección de miniaturas más detallada alcanzan el nivel de la imaginación de tus jugadores. Dicho lo anterior, utiliza cualquier medio —apoyos, música, imágenes, miniaturas— que enciendan la imaginación; si la limita, elimínalo.

5. Multiplicidad Haz de tus partidas algo variado. Mezcla el combate, la intriga, el romance, las ambiciones políticas y los valores morales. Nunca te centres demasiado en un solo elemento. Las mejores campañas son las que parecen tomar vida propia.

El de juego de rol es principalmente un juego, pero eso no significa que no pueda ser más cosas. Jugar al rol es también una forma de hacer amigos, una forma de explorar el mundo, las relaciones humanas y la forma en que se comportan las sociedades. Ante todo, diviértete. Si aprendes algo en el camino, cuánto mejor.

Italo Calvino (Santiago de las Vegas, 1923 – Siena, 1985) fue uno de los más grandes diseñadores de juegos del siglo pasado. Publicó uno de los mejores suplementos para campañas fantásticas, Las ciudades invisibles. Incursionó en los diseños de juegos experimentales en El castillo de los destinos cruzados, que usa una lectura de cartas conjunta para determinar la historia. También exploró el libro-juego con Si una noche de invierno un viajero. Como notarás, de las seis propuestas que menciona el título, sólo terminó de escribir cinco, poco antes de morir. La sexta hubiera sido consistencia.

NOTA:

Este artículo fue colgado originalmente en el fantástico blog "Against The Shadow" por D. René López Villamar. Todo el crédito a él y su blog, que compartía con varios colaboradores más.

Por desgracia, ese blog desapareció hace tiempo. Era uno de los mejores blogs de tema rolero de la blogosfera, tal vez el mejor.

Sin embargo, podeis seguir disfrutando de René y lo mejor de su anterior blog en esta dirección:
http://actualplay.wordpress.com/

Yo lo he colgado porque lo tenía en el baúl de los recuerdos y me pareció adecuado para lo que estamos hablando, que es crear un juego de rol. Todos los consejos que da Italo Calvino me parecen de obligado cumplimiento tanto para hacer partidas como para desarrollar juegos de rol en general.

Espero que os haya gustado y le saqueis todo el provecho del mundo.

¿Es útil Internet para conseguir información para el Taller?


¿Es útil Internet para conseguir información para el Taller?

Sé lo que la mayoría de la gente pensará al leer la pregunta:
"Hombre, pues sí. Está claro que sí. ¡Desde luego que sí!"

No obstante, permitidme que ponga encima de la mesa mi razonamiento y mi opinión.

Internet es un mundo de información. Está lleno de opiniones, de "hechos" (supuestos hechos) que, a falta de ser verificados para ser considerados Verdad con mayúsculas, son nada más que eso: Información. La información se parece mucho a la opinión: Puede ser correcta o no, pero en cualquier caso es la materia prima con la que se construye la Verdad. Con la que cada uno construye "su" Verdad, si nos ponemos puristas. La construye en el momento que la verifica lo suficiente para darla por buena a nivel personal.

En cualquier caso Internet está ahí, y cualquiera puede tener acceso a ella con poco esfuerzo. Bien con el ordenador de su casa o el acceso gratuito en cualquier Biblioteca Pública de España. Por ejemplo.

Internet es poderosa porque tiene toneladas ingentes de información. En ese sentido, es cuantitativamente más potente que cualquier Biblioteca. La calidad es otra cosa, pero como ya hemos visto, eso de la "Verdad" es cosa de cada uno.

Gracias a los Buscadores (Google, Altavista, Yahoo...) podemos acceder con facilidad a cualquier información que se nos ocurra. Si existe. Si alguien la ha colgado en Internet y además se ha tomado la molestia de enviar la dirección de su página al Buscador que estemos utilizando.

De hecho, Internet es una herramienta que muchos investigadores serios sobre diversos temas, gente respetable, confiesa sin rubor haber utilizado para obtener tal o cual información, o la confirmación de tal o cual información. Eso es una prueba de que, por lo menos hasta cierto punto, Internet es una herramienta fiable para obtener información de alto nivel o alta fiabilidad.

Hasta aquí los hechos.

Volvamos a la pregunta original:
¿Es útil Internet para conseguir información para el Taller?

Mi respuesta:
Eso depende de ti. Es decir: Depende de cada uno que la use.

¿Por qué? Ahora vamos a responder a eso.

Como ya hemos dicho, en Internet está cualquier cosa que se nos ocurra y alguien haya colgado, o lo que es lo mismo, publicado. Teniendo en cuenta el colosal tamaño de Internet lo más probable es que a alguien se le haya ocurrido nuestra pregunta y la respuesta antes que a nosotros mismos y estén ahí, esperando, a que las descubramos. A veces desde hace años. Y normalmente, como hemos visto, las respuestas "válidas" son miles.

Buscar información sobre un tema es por tanto fácil... si sabemos qué queremos encontrar. Con especial énfasis en "sabemos qué queremos".

Se verá mejor con un ejemplo.

Supongamos que queremos hacer un juego de rol sobre la antigua Roma. El Imperio Romano. Tecleas en el buscador "Roma", "Antigua Roma", "Imperio Romano", con o sin comillas, o algo parecido, y seguro que te salen cientos de miles de páginas. Si buscas su equivalente en inglés ya ni te cuento, porque el inglés es el idioma oficial de Internet; Las cosas como son. Luego es cuestión de leer, pensar, y elegir.

En cualquier caso conseguir esta información ha sido fácil. Muy fácil.

Ahora vamos a retorcer el ejemplo un poco.

Supongamos que hacer un juego de rol sobre la antigua Roma es esa "idea feliz" que necesitaríamos pero todavía no se nos ha ocurrido. De hecho, todavía no la hemos "encontrado"; No hemos tropezado con ella.

Lo que podemos hacer es, supongo, por ejemplo, esto: Seguir nuestra intuición. O lo que es lo mismo: esa mezcla de "picor espiritual" y "dejarse llevar" que a veces todos llevamos dentro. ¿Cómo se manifiesta? Cuando recurrimos a subterfugios. A sinónimos. A cosas parecidas que nos suenan y atraen. Así es como tiramos del hilo en la confianza de que llegaremos al ovillo.

Entonces recurrimos a palabras que nos "suenan bien". Palabras como "Historia", "Historia Antigua", "Grecia", "Europa Antigua" y cosas parecidas, y con el tiempo y esfuerzo llegaremos a tropezar con nuestra idea feliz.

De nuevo, buscar en inglés amplía enormemente nuestro campo de trabajo. Nuestra visión. Nuestra perspectiva. Nuestra información. Nuestro material de trabajo útil.

Pero esto tiene un problema.

El problema es que la clave está ahí: En SABER. Saber con mayúsculas. En tener por lo menos una buena Cultura General de la que tirar para llegar a nuestro desconocido, pero anhelado, objetivo.

Para moverse por Internet, usando los buscadores, uno debe saber qué busca. Qué quiere. Los que no saben nada, o muy poco, no encontrarán jamás utilidad ni provecho en Internet, y jamás les interesará.

La Cultura General, o lo que es lo mismo, "saber un poco de todo" o "que todo te suene un poco" es lo que te sirve para moverte por Internet, igual que para moverte por una Biblioteca, buscando ese "algo" que debes encontrar para satisfacer un ansia intelectual o espiritual. La Cultura General es la brújula que nos guía cuando estamos perdidos.

Por lo tanto, una buena Cultura General es la clave. La llave que abre la puerta de los secretos, que nos permite acceder a Internet en todo su poder y magnificencia.

Pero hay más cosas necesarias para tener éxito usando Internet. Y todas las hemos visto ya.

A saber:

- Tener acceso a Internet.
- Tener tiempo.
- Tener capacidad de esfuerzo. Esforzarse.
- Tener paciencia. O lo que es lo mismo: Persistencia. Perseverar.
- Saber idiomas. En especial Inglés.
- Tener intuición. Creatividad. Y confiar en ella y usarla.
- Tener un interés (en nuestro caso, buscar ideas e información para hacer un Juego de Rol)

Pero todo lo anterior se puede resumir en una sola cosa, a mi juicio. Una sola cosa que integra y permite desarrollar el resto. Y lo mostraré con un ejemplo.

Durante algunos meses fui profesor de Informática e Internet al servicio de Ingenieros Sin Fronteras en escuelas de niños y adultos semianalfabetos, así como para algunas personas particulares. Basado en mi propia experiencia, a todos les decía sobre Internet: "Para aprender a usarla debes tener algún interés. Algo que te guste y sobre lo que quieras buscar información. Sin eso, jamás aprenderás a usar Internet." Lo que les hacía falta a todos era esto: UNA MOTIVACIÓN.

Cuando uno tiene una motivación para hacer algo las herramientas morales e intelectuales van surgiendo con el tiempo. Es inevitable. Y al seguir el progreso de mis alumnos, tanto como el mío propio, tan sólo puedo avalar lo acertada de mi opinión.

Así que la respuesta a la pregunta es esta:
Eso depende de ti. ¿ESTÁS MOTIVADO?

Porque si estás motivado, entonces Internet, aunque parezca un cenagal, se convertirá con el tiempo en un lago cristalino cuyos recovecos te son tan familiares como tu nombre y apellidos. Y ten por seguro que le sacarás provecho.

CODA:

¿Cuál fue mi primera motivación en Internet? Algo que no tiene mucho que ver con lo que hablamos aquí: La música Dance de los años noventa. La época dorada de la buena música Dance, Trance, Tecno... En particular un grupo llamado "2 Unlimited".

Digo esto y así aprovecho y añado un grano de arena a la Cultura General de todos.

Ah, y por si no lo sabeis, hay muchos de sus vídeos musicales en Youtube...

Por ahí se rumorea que lo primero que busca la gente en Internet es su nombre (¡!) ¿Será verdad?